María Cecilia Bayón

Soy María Cecilia Bayón, de Argentina, somos 4 hermanos, y tengo 10 sobrinitos entre 2 y 8 años que son preciosos!. Nací el 24 de agosto de 1975 y me consagré el 4 de marzo del 2001 después de haber estudiado derecho, recibiéndome de abogado en diciembre del 2000.

Actualmente estoy en la comunidad DM Aurelia de Roma, una comunidad compuesta por 7 consagradas, de 6 nacionalidades diversas. Estuve en los centros de formación de Brasil, Monterrey y Cerro del Coto, y en la mitad de mi formación pude colaborar como asistente de formación, para luego ir a Madrid a terminar nuestros estudios. En estos años estuve como asistente de dirección para la formación de las familias y auxiliar de Reino en Sevilla, en el colegio Highlands (3 años), y en estos últimos 7 años estuve en Italia. Me tocó el segundo año de la fundación de Milán, luego la gira del norte de Italia (Padova, Verona y Bolzano) y desde hace 6 años directora de sección de Reino y pastoral universitaria en la Universidad Europea de Roma. Siempre me ha tocado o fundar o la formación de jóvenes, aunque en mis primeros años y en las giras siempre se trabaja una verdadera pastoral familiar. En este tiempo diría que mi experiencia en la formación de jóvenes y en la parte académica es un regalo de Dios para mi alma. Tres de estos años me tocó servir como Directora Territorial de Italia y Jerusalén, y actualmente además del Reino estoy haciendo un doctorado en Bioética.

Estar en el corazón de la Iglesia (Roma) y diría del Movimiento en el sentido que están las casas generales, el seminario de los legionarios, algunos consagrados en formación, etc; ha acrecentado en mi esta certeza interior que siempre he tenido de la belleza de la diversidad en el Movimiento y de la comunión. No obstante esta certeza interior, es verdad que a veces no se puede amar suficientemente lo que no se conoce, y aquí conociendo y trabajando con los hermanos, con los sacerdotes, con los consagrados, las consagradas con misiones bastante novedosas, y con laicos muy comprometidos, he comprendido mucho más lo que son y lo que soy. Siento una gran gratitud por esto.

Puede parecer simple, pero mis expectativas para la asamblea son de dos órdenes que van unidos como el alma al cuerpo. Por un lado la de la búsqueda sincera del querer de Dios, la apertura a escucharlo y encontrarlo en las demás, en mi corazón; una apertura que significa ser capaz de dialogar y cuestionarme, una expectativa de hermandad y comunión; por otro lado el poner al servicio de Dios el estudio, la inteligencia y todo lo que se pueda de nuestra parte para iluminar. Además de aprovechar de los talentos de las demás para construir juntas. Espero que los obstáculos actuales de derecho canónico para la unidad del Movimiento se iluminen y aclaren. Deseo que podamos ver lo esencial para poder pensar fuera de la caja en cuanto a la forma exterior, esto nos dará libertad.

Creo que es importante leer, estudiar no solo la letra del derecho, sino preguntarse mucho si esto refleja lo que somos y también ver la interpretación que este derecho tiene en la Iglesia hoy y su aplicación, sino nos faltaría algo. Ver también la praxis actual de la Iglesia.

Les pediría a mis hermanas que en su oración obtengan para mí, (y creo que para todas) un corazón desprendido de ideas prefijadas, discernimiento, virtudes teologales y don del Espíritu Santo, y gran fortaleza para afrontar y escuchar los movimientos del corazón y poner al servicio mi persona. Pido para todas esto y deseo verles pronto y poderles llevar a pasear por aquí. Un abrazo

I am María Cecilia Bayón from Argentina.  I am one of four children.  I have ten nieces and nephews between the ages of two and eight years.  They are beautiful!  I was born on August 24, 1975 and was consecrated on March 4, 2001 after having studied law.  I received my degree in December of 2000.

I am currently in the community of Domus Mariae Aurelia in Rome.  It is a community of seven consecrated women of six different nationalities.  I was in the formation centers in Brazil, Mexico, and Spain.  In the middle of my formation, I helped as an assistant of those in formation.  I finished my studies in Madrid, Spain.  In Seville, Spain I was an assistant of direction dedicated to the formation of the families at the Highlands School.  I also helped in the Regnum Christi section for three years.  For the last seven years, I have been in Rome.  I was in the second year of foundation in Milán, and then I was on the road team in northern Italy (Padua, Verona and Bolzano).  Six years ago, I became the director of the Regnum Christi section for young adults and director for pastoral work in the European University of Rome.  I have always been in foundations or helping to form young people, although in my first years of apostolate and on the road team, I worked with families.  At this time, I would say that my experience in the formation of young people and in the academic area is a gift from God for my soul. For three years I served as territorial director of Italy and Jerusalem.  Currently, I am studying a doctorate in Bioethics, in addition to my work in the Regnum Christi section.

Being in the heart of the Church (Rome), and I would say in the heart of the Movement also since there are houses of general direction, the Legionaries’ seminary, and some consecrated men who are in formation, has increased in me this inner certainty that I have always had of the beauty of the diversity in the Movement and of communion. Despite this inner certainty, it is true that sometimes you cannot fully love what you do not know.  Knowing and working with the brothers, with the priests, with the consecrated men, the consecrated women who have quite novel missions, and with very committed lay people, I have understood much more who they are and who I am. I am very grateful for this.

It may seem simple, but I have two types of expectations for the assembly that go together as the soul does with the body. On the one hand, I hope there will be a sincere search for God’s will, the openness to listen to it and to find it in others, and in my heart.  This openness means being able to dialogue and question.  This is an expectation of brotherhood and communion.  On the other hand, I hope to put at God’s service my study, intelligence and all that I can do for my part to illuminate. Also, to take advantage of the talents of others to build together. I hope that the current obstacles of canon law for the unity of the Movement will be illuminated and clarified.  I desire that we can see the essential so as to be able to think outside the box in terms of the external form.  This will give us freedom.

I think it is important to read, to study not only the letter of the law, but to ask ourselves a lot if this reflects what we are and also see the interpretation that this law has in the Church today and its application, otherwise we will be missing something. We also need to see the current praxis of the Church.

I would ask my sisters to secure for me in prayer, (and I think for everyone) a heart detached from preconceived ideas, a heart of discernment, of the theological virtues.  I also ask for the gift of the Holy Spirit and a great strength to face and listen to the movements of the heart as well as to be able to put myself at the service of others. I am praying for all of you, and I want to see you soon and take you for an outing around here.