Bernardita García

Nací el 31 de enero de 1977, la mayor de cuatro hermanos y soy de Santiago de Chile. Me consagré el día de la anunciación, el 25 de marzo 1995.

A lo largo de mi vida consagrada he estado implicada en la formación de consagradas en centros de formación (Centro estudiantil USA y Valencia; Centro de Formación en Monterrey y Greenville). También en el ámbito pastoral, principalmente apoyando en la dirección de colegios y formación dentro de la estructura de los mismos (Sevilla, Valencia y actualmente Buenos Aires). Antes de llegar a Buenos Aires, estuve tres años sirviendo en el gobierno territorial de España. Actualmente estoy en Buenos Aires como directora de la comunidad y en la pastoral de adultos, apoyando en la sección de señoras, escuela de la fe, y con la formación de padres en el colegio Oak Hill.

Ha sido un regalo enorme estar en el territorio de Chile los últimos años, tener la posibilidad de estar más cerca de mi familia, volver a tomar un contacto un poco más cercano con mi cultura y con el desarrollo del Regnum Christi en este territorio. Ya desde los 13 años me incorporé al ECYD, y con 19 me consagré, por lo que volver a las raíces, la cuna de mi vocación, ha sido un don.

Buenos Aires, estando tan cerca de Chile, es una realidad del Movimiento muy diversa. Hay una riqueza enorme en su gente, en su experiencia del Regnum Christi, en el modo en que el carisma se ve plasmado. Somos ocho consagradas y ocho sacerdotes. Aquí todo inició por la asignación de la Parroquia de Santa María de Betania hace cerca de 25 años. La cuna del Regnum Christi en Buenos Aires, fue una experiencia del carisma desde una Parroquia. Legionarios al servicio de la Iglesia formando apóstoles que ha vibrado desde el inicio con la llamada interior a este carisma. Aquí, en la Parroquia de Betania, se puede ver muy bien reflejado cómo el carisma es riqueza para la Iglesia diocesana, cómo bajo la estructura de una parroquia, la experiencia espiritual y apostólica se irradia de una forma novedosa, pone en “movimiento” a Jóvenes, adultos, niños, catequistas… que si bien no todos son miembros del Regnum Christi, irradian particularmente el llamado a ser apóstoles. Poco tiempo después llegamos las consagradas y se fundaron los colegios Oak Hill en los que las consagradas, conjuntamente con los legionarios llevamos el ámbito de formación y de pastoral. Jóvenes, niños, adolescentes, etc. participan en los clubes del ECYD, en Juventud misionera y poco a poco se están formando equipos de perseverancia en torno a la palabra de Dios con el encuentro con Cristo. Tierra fértil y de mucho trabajo ciertamente.

De esta asamblea y de las que siguen espero que sea un verdadero Cenáculo, lugar de búsqueda conjunta (de las consagradas y de todos los representantes de las demás ramas) en la que dóciles a la acción del Espíritu secundemos SU ACCIÓN. Que estemos todos en actitud que nos permita acoger y rendirnos a su designio amoroso. Conscientes de que Él es el que nos ha llamado, nos ha participado de este don para la extensión de SU REINO.  Por lo mismo, espero que vayamos libres de esquemas, de temores… y por el contrario, GOZOSOS Y CIERTOS del don que llevamos en vasijas de barro. Hemos ido caminando todos estos años al ritmo y según la guía maternal de la Iglesia, seguir por ahí, es camino seguro.

Pido oraciones para que haya docilidad al Espíritu, y para que entre nosotros no falte la presencia maternal de María que sostiene en la comunión y se presta a la obra de Dios.

I was born on January 31, 1977.  I am the oldest of four children.  I am from Santiago, Chile.  I was consecrated on the day of the Annunciation, March 25, 1995.

Throughout my consecrated life I have been involved in the formation of consecrated women in formation centers (in the United States and Monterrey, Mexico) and pre-candidates (in the United States and Valencia, Spain).  I have also worked in the pastoral field, mainly in the direction of schools and the formation that they offer (in Seville and Valencia, Spain and now in Buenos Aires, Argentina).  Before arriving to Buenos Aires, I spent three years serving in the territorial government in Spain.  I am currently in Buenos Aires as the director of the community.  I am also involved in pastoral work with adults: helping in the Regnum Christi women’s section, in the school of faith, and with the formation of parents at the Oak Hill School.

It has been a huge gift for me to be in the territory of Chile in these past years, as I have had the possibility of being closer to my family, and to have a closer contact with my culture and with the development of Regnum Christi in this territory.  At the age of 13 I joined ECYD, and I was consecrated when I was   19 years old.  So, it has been a gift to be able to return to the roots, the beginning of my vocation.

Even though Buenos Aires is very close to Chile, the reality of the Movement is different.  There is a great richness in its people, in their experience of Regnum Christi, in the way in which the charism is embodied.  There are eight consecrated women and eight Legionary priests in Buenos Aires.  Everything began here with the assignment of the Parish of Saint Mary of Bethany about 25 years ago.  The beginning of Regnum Christi in Buenos Aires was an experience of the charism within a parish.  Legionaries at the service of the Church, forming apostles that from the beginning resonated with the interior call to this charism.  Here in the Parish of Bethany, you can see very well how the charism is an enrichment for the diocesan Church.  Within the structure of a parish, the spiritual and apostolic experience radiates in a new way, it puts in «movement» young people, adults, children, catechists.  Even though not all of them are members of Regnum Christi, they radiate in a special way the call to be apostles.  Shortly after the consecrated women arrived to Buenos Aires, we founded the Oak Hill schools were consecrated women, together with the Legionaries, are responsible for the pastoral work and formation within the schools.  Young people, children, adolescents, etc. participate in ECYD clubs and in youth missions.  Little by little, perseverance teams have formed around the word of God participating in Encounters with Christ.  It is fertile land, and there is a lot of work.

I hope that this assembly and those that follow, will be a true Cenacle, a place of searching together (the consecrated women and all the representatives of the other branches), in which we are docile to the action of the Spirit.  We will support his ACTION.  May we all have an attitude that allows us to welcome and surrender to his loving design.  May we be aware that He is the one who has called us, making us participants of this gift for the extension of HIS KINGDOM.  For the same reason, I hope that we go free from schemes, without fears.  I hope that we go JOYFUL AND CERTAIN of the gift that we carry in earthen vessels.  We have been walking all these years to the rhythm and according to the motherly guidance of the Church, continuing in this way is a sure path.

I ask for prayers so that there is docility to the Spirit, and so that among us there is no absence of Mary’s maternal presence.  She sustains us in communion and enables us to lend ourselves to God’s work.