Paula Errázuriz
Nací en Chile el 1 de abril de 1964. Conocí el Regnum Christi a los pocos años de su fundación en Chile, cuando aún no habían llegado las consagradas. Cuando conocí el Movimiento una de las cosas que más me atrajeron fue la espiritualidad centrada en la persona de Cristo y su fuerte impulso apostólico. Recuerdo también lo mucho que me ayudó mi equipo del Reino: la relación de amistad que teníamos, poder compartir los grandes ideales y comprometernos en una misión apostólica. También fue clave para mí el acompañamiento en dirección espiritual, así como los momentos fuertes de formación y de oración.
Me consagré el 26 de noviembre de 1989. Como consagrada los primeros años de apostolado los dediqué al trabajo en la sección de señoritas del Poniente de la ciudad de México y al trabajo con las colaboradoras. Después de unos años me fui a trabajar en la formación de consagradas en los centros de formación de Roma, Monterrey y Madrid; labor a la que he dedicado gran parte de mi vida como consagrada. Estos últimos años he estado prestando el servicio de consejera general del gobierno de las consagradas.
La experiencia como directora de sección de señoritas en la ciudad de México implicaba la atención a otras secciones de provincia que dependían de nuestra sección. Recuerdo que esos años pudimos formar un estupendo equipo de trabajo entre consagradas, formadoras y miembros de segundo grado de la sección, que con una honda conciencia de su vocación de apóstoles y profundamente apasionadas por Jesucristo, buscaban formarse para ser cristianas íntegras, comprometidas en su vida familiar y en su ambiente social, así como en sus estudios y vida profesional. Buscaban en medio de sus diversas responsabilidades, dedicar tiempo para que otras jóvenes pudieran hacer la experiencia que ellas estaban haciendo, y de este modo se comprometían como responsables de equipos, apoyaban en el ECYD y trabajo con adolescentes, visitaban algunas veces al año secciones de provincias para ayudar ahí en la capacitación y formación de formadoras de esas localidades. Recuerdo que los encuentros con Cristo, así como momentos de adoración eucarística les daban la fuerza, la alegría y el impulso necesarios para ser testigos de un amor que habían encontrado. Recuerdo esta experiencia como algo verdaderamente estimulante y comprometedor para ellas y para mí misma. En esa época aprendí mucho del modo de trabajar con jóvenes por parte de algunos legionarios y consagradas que nos daban capacitación y acompañamiento a quiénes teníamos menos experiencia.
Espero que esta Asamblea sea un tiempo que nos ayude a renovar y fortalecer el impulso apostólico y que nos permita buscar, con un corazón puro, lo que más favorezca la comunión entre las diversas vocaciones y lo que sea mejor para que el Regnum Christi realice su misión al servicio de la Iglesia. Que Dios nos libre de todo aquello que pueda empañar o truncar el don de Dios.
Pediría oraciones por los padres capitulares, las delegadas de las consagradas, los laicos consagrados y los seglares que participarán en la asamblea común. Pedir para todos la gracia de la apertura y docilidad al Espíritu Santo, que lleguemos a las asambleas y permanezcamos en ellas conscientes de nuestra pequeñez para llevar adelante el don de Dios, y a la vez consciente de que es Él quien se ha comprometido con esta obra suya y lo seguirá haciendo.
I was born in Chile on April 1, 1964. I found out about Regnum Christi just a few years after it was founded in Chile. The consecrated women had not yet arrived. When I first knew about the Movement, one of the things that attracted me the most was the Christ centered spirituality as well as its strong apostolic drive. I also remember how much my Regnum Christi team helped me. We had friendships among us, and we could share our great ideals and commit ourselves in an apostolic mission. My accompaniment in spiritual direction was a key element, as well as the important moments of formation and prayer.
I was consecrated on November 26, 1989. My first years of apostolate were in the young women’s section in western Mexico City as well as working with Regnum Christi missionaries. After a few years, I began working as a formator of consecrated women in the formation centers in Rome, Monterrey and Madrid. The majority of my life as a consecrated woman, has been dedicated to this mission. In recent years, I have been serving as a general councilor in the government of the consecrated women.
As the director of the young women’s section in Mexico City, it was necessary to give attention to other sections in the areas surrounding the city that depended on our section. I remember that during these years we were able to form a wonderful team amongst the consecrated women, formators and second degree members in the section. These members had a deep understanding of their vocation as apostles and were profoundly passionate for Christ. They searched for ways to form themselves in order to be integral Christians. They were committed in their family life and in their social surroundings, as well as in their studies and professional life. In the midst of their various responsibilities, they sought to dedicate time so that other young women could have the experience they were having. They committed themselves as team leaders, supported ECYD and worked with adolescents. Several times a year they visited the sections of the surrounding areas to help with the training and formation of formators in these localities. I remember that the encounters with Christ, as well as the moments of Eucharistic adoration gave them strength, joy and the impulse necessary to be witnesses of the love they had found. I remember this experience as something truly stimulating and engaging for them and for me. I learned a lot about how to work with young people from some of the Legionaries and consecrated women who gave those of us who were less experienced, opportunities to learn and to be accompanied.
I hope the Assembly will be a time that will help us renew and strengthen the apostolic impulse, and that will allow us to seek, with a pure heart, what favors most the communion between the different vocations of the Movement as well as what is best for Regnum Christi in order to carry out its mission at the service of the Church. May God free us from everything that may tarnish or diminish God’s gift.
I would ask for prayers for the Legionary priests participating in the General Chapter, the delegates of the consecrated women, the lay consecrated men and the lay members who will participate in the common assembly. Please ask for everyone the grace of openness and docility to the Holy Spirit, so that we arrive to the assemblies and remain aware during them of our smallness to be able to move forward with God’s gift. At the same time, pray that we are aware that it is God who has committed himself to this work and that He will continue to commit himself to it.
Para completar el proceso de adopción espiritual de este delegado sigue las siguientes instrucciones
- Ingresa tu nombre y correo electrónico
- Haz Clic en el botón “Adopta un delegado”
- Una vez que tengas asignado un delegado puedes tenerlo presente en tus oraciones diarias, ofrecer una decena del Rosario por él o ella, rezar la oración por los frutos del proceso de renovación pidiendo al Espíritu Santo que le ilumine, hacer sacrificios y obras de misericordia en su nombre.