pastore-emanuelle

Emanuelle Pastore

Nací el 3 de marzo de 1978 en Suiza y me consagré el 5 de septiembre de 1996. Actualmente estoy en París, Francia. Después de haber estado en apostolado unos diez años en este mismo país, ahora estoy terminando un periodo de estudios de teología.

Para mí, una de las gracias de estos años en Francia ha sido la de maravillarme de cómo el carisma del Regnum Christi se despliega a través de los laicos, los legionarios y las consagradas, tanto en las actividades propias del Reino como en las obras diocesanas en las que todos estamos comprometidos.

Desde que conocí el Movimiento, como miembro del ECYD en 1991, lo que me ha cautivado siempre ha sido la búsqueda de Cristo como Amigo íntimo. Su amor que se revela y se da, ha generado en mí el deseo de ser más suya y de colaborar en su misión. La misma convicción me anima hoy, a unos días de participar en la asamblea.

Mi única expectativa es que discernamos como hermanas lo que creemos que sea el camino que nos permita servir mejor a Nuestro Señor. Sin temor y sin tensión, sin confundir el camino con la meta, sin confundir los medios con el fin y teniendo la mirada puesta en lo esencial. En este proceso, la Iglesia nos sigue acompañando como buena Madre y esto nos debe dar confianza.

Pidamos para que sepamos ponernos a la escucha sincera del Espíritu, la escucha como la actitud primera y más fundamental de todo discípulo: “Escucha, Israel: el Señor, nuestro Dios, es el único Señor. Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Graba en tu corazón estas palabras que yo te dicto hoy. Incúlcalas a tus hijos, y háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas de viaje, al acostarte y al levantarte. Átalas a tu mano como un signo, y que estén como una marca sobre tu frente. Escríbelas en las puertas de tu casa y en sus postes.” (Deuteronomio 6,4-9)


I was born on March 3, 1978 in Switzerland.  I was consecrated on September 5, 1996.  I am currently in Paris, France.  After having been in apostolate for ten years in the same country, I am now finishing a period of studies in theology.

One of the graces for me during these years in France has been to marvel at how the Regnum Christi charism unfolds through the lay people, the Legionaries and the consecrated women.  It occurs both in the specific activities of the Movement, as well as in our work in the diocese where we are all committed.

I became a member of ECYD in 1991.  Since I have gotten to know the Movement, what has always captivated me has been the search for Christ as an intimate Friend. His love that is revealed and given, has produced in me the desire to be more his and to collaborate in his mission. The same conviction encourages me today, just a few days before participating in the assembly.

My only expectation is that we discern as sisters what we believe is the way that allows us to better serve Our Lord.  And that we discern without fear or tension, without confusing the path with the goal, without confusing the means with the end and with our gaze fixed on the essential. The Church continues to accompany us as a good Mother in this process, and this should give us confidence.

Let us pray so that we know how to listen to the Spirit sincerely, listening as the first and most fundamental attitude of every disciple: «Listen, O Israel: The Lord is our God, the Lord alone. You shall love the Lord your God with all your heart, and with all your soul, and with all your might. Keep these words that I am commanding you today in your heart. Recite them to your children and talk about them when you are at home and when you are away, when you lie down and when you rise. Bind them as a sign on your hand, fix them as an emblem on your forehead, and write them on the doorposts of your house and on your gates.» (Deuteronomy 6: 4-9)

 


Para completar el proceso de adopción espiritual de este delegado sigue las siguientes instrucciones
  1. Ingresa tu nombre y correo electrónico
  2. Haz Clic en el botón “Adopta un delegado”
  3. Una vez que tengas asignado un delegado puedes tenerlo presente en tus oraciones diarias, ofrecer una decena del Rosario por él o ella, rezar la oración por los frutos del proceso de renovación pidiendo al Espíritu Santo que le ilumine, hacer sacrificios y obras de misericordia en su nombre.